El joven Max Weisel desarrolló una solución por demás
interesante.
Construyó una interfaz táctil a partir de ensamblar cuatro
iPads 3; generó entonces una gran superficie de control, que a través de OSC, se comunica con una Mac Book Pro desde la cual
dispara (a modo de sampler) una serie de sonidos y activa elementos sonoros en
forma remota.
La interfaz táctil representa los sonidos como si fueran relámpagos.
Eso mismo es proyectado en diferentes pantallas ubicadas en el escenario de la
islandesa Bjork, quien convocó a Weisel para participar con su instrumento en
la presentación de Biophilia.
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